viernes, 30 de diciembre de 2011

Su maleta, de ilusiones repleta.

No voy a mentir, me gustan las cosas cursis, las palabras ñoñas, las películas pastelazo y los momentos románticos. Me gusta ir por la calle de la mano, que me beses y olvidarnos de todo lo que hay a nuestro alrededor. Me encanta que te gusten las cosas que más odio de mi misma. Me encanta que seas siempre tan oportuno y hagas o digas lo que siempre quise que me dijeran. Me encanta que me hayas tendido tu mano para subir hasta la nube donde vivo ahora mismo.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Tengo ganas de tus manos enredándose en mi pelo.

No sé si será porque tu corazón ha sido lastimado en más de una ocasión, no sé si será porque se ha vuelto frágil y no quieres que vuelva a romperse, y por eso lo proteges tan bien, tanto que cuesta horrores llegar hasta él. Sabes esconderlo bien, y por eso, quisiera darte las gracias por darme el permiso para entrar en él. Gracias por hacer que llegar a tu corazón haya sido mi misión más difícil, pero más satisfactoria. Gracias por hacer que sienta lo que siento, gracias por hacer que se altere cada partícula de mi cuerpo cuando me tocas y por hacer que se me ponga la piel de gallina cuando me dices "te quiero". Gracias por quererme y permitir que te quiera. 

lunes, 19 de diciembre de 2011

domingo, 18 de diciembre de 2011

Si lo prefieres nos quedamos en la arena a hacer castillos de ilusiones.

Noto que pasa algo, que un sentimiento ha ido creciendo los últimos meses dentro de mi sin avisarme, casi sin darme cuenta. Pero llega un día en el que me doy cuenta de lo que siento,  intento hacerme la loca y no pensar que es cierto. No lo digo en voz alta aunque me lo pregunten, para no hacer que sea real. Pero acabo explotando y tengo ganas de decírselo a todo el mundo, de gritarlo a los cuatro vientos. Voy a aguantarme las ganas, por ahora.

viernes, 16 de diciembre de 2011

No quiero caer desde el cielo otra vez, saltaré si me da la gana.

En días como este, gracias a la gente que me rodea, siento que soy una paleta de colores. Llena de contrastes.  Hay gente que me amarga, y aunque intente no pensar en ella, hace que algo se retuerza dentro de mi, me da asco, la mentira, la hipocresía. Pero aun así, hay otras personas que hacen que merezca la pena levantarme a las siete de la mañana, ir dormida hasta el instituto y pasar seis horas sentada. Hay personas que hacen que valga la pena vivir y seguir creyendo que la felicidad está en alguna parte. 

lunes, 12 de diciembre de 2011

Siento que hoy no he podido abrazar tu voz.

Me consumo. Creo que voy a desintegrarme con esta brisa, o con este sol. Me congelo por las mañanas y pienso en tus abrazos. Me quemo por las tardes y sigo pensando en tu sonrisa. Hablo, hablo y no digo nada. Callo y entonces descubro mis secretos y mentiras. 
Estoy bien -a veces- pero miento y digo que siempre.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Y los días grises los llevo por dentro.

Necesito; y no digo quiero, digo NECESITO; salir de aquí. Necesito ir a un sitio donde no importe gritar por la calle, un sitio donde no importe lo que llevas puesto, o la música que escuchas, o lo que piensas de un deporte. Necesito ir a un lugar donde puedas pensar lo que quieras y no tener miedo a decirlo. Aquí, puedo hacerlo, pero nadie me asegura que las consecuencias sean buenas. 

viernes, 9 de diciembre de 2011

Mi problema es que me pierdo si me dices que me esperas.

Odio la sensación de estar enfadada, de estar cabreada con el mundo, conmigo misma y no poder mostrarlo. Ser la misma chica por fuera, mientras me quemo por dentro. Quisiera gritar, correr, destrozar cosas, dar puñetazos, hacer daño, morder...pero no me sale. Sigo riendo como si nada. Qué asco de sensación.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Que toda la vida es poca para poderte conocer.

Está bien poder estar una tarde con esas personas a las que solías ver cada día y ahora casi no ves. Me hace sentir bien poder confiar en ti, saber que voy a tenerte ahí pase lo que pase. Me gusta poder decir que te conozco de toda la vida, aunque haya tardado quince años a poder llegar conocerte, a saber como eres, a que me conozcas. Me gusta la sensación de tenerte por encima de todo, me gusta la sensación de poder decir que eres mi amigo y saber que así es. No hay más, eres mi amigo, te quiero tal como eres, por lo que haces, por lo que dices, por como soy cuando estoy contigo. Y aunque parezca una tontería, estoy orgullosa de poder formar parte de tu vida, me siento afortunada por haberte conocido. Pensarás que a veces soy tonta, digo cosas sin sentido, hago tonterías, y puedo parecer una cría, pero creo que me haces ser mejor persona. En fin, que te quiero, y eso es todo lo que quería decirte.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Tus ojos son los culpables de mi locura.

Esta noche he soñado. Me gustan los sueños bonitos que parecen reales, hacen que crea que pueden cumplirse, pero después pienso que son una gilipollez, porque te hacen crear falsas esperanzas. Nunca he entendido bien como funciona esto de los sueños, pero me fascina. En realidad, tenemos una imaginación enorme que no usamos cuando la necesitamos. 
He tenido muchos sueños de este tipo, sueños en los que parece que puedas tocar y sentir el calor de otra persona y el olor, y las sensaciones. Pero este, es uno de los pocos que si se cumpliera, después de eso, podría morir,o vivir sin necesitar nada más. Le echo de menos.

martes, 6 de diciembre de 2011

Tus silencios son balas de plata.

A veces pienso que es mejor no pensar aunque crea que es imposible no pensar. Me voy a dormir, para ver si dejo de pensar y no puedo dormir por no dejar de pensar. Pero lo peor es pensar y pensar sin tener nada en lo que pensar. Ahogarme con mis propios pensamientos, que al fin y al cabo, no tienen sentido alguno. 
Pienso en lo que digo, después de decirlo, porque si lo pienso antes, no lo digo. Si pensara todo lo que digo antes de decirlo, pensarían que soy antisocial por no decir nada nunca. En lugar de eso, digo siempre lo que se me pasa por la cabeza, no parece ser tan malo, aunque algunas personas se sientan intimidadas con tanta sinceridad. Creo que ser sincera es una virtud, aunque la sinceridad tiene un límite: el respeto.